domingo, 21 de marzo de 2010

La vida en la casa: el hogar y la matacía. Los oficios perdidos



En la segunda planta nos encontramos con los oficios tradicionales, ligados de forma inseparable al entorno y la vida diaria en la zona. El pastor, el carpintero o el herrero…, unos y otros se hacían útiles y necesarios entre sí, cerrando de esta manera el círculo perfecto entre hombre y naturaleza, entre recursos y trabajo.


El barro era materia prima para elaborar adobes y ladrillos, con los que el albañil construía las casas y otras construcciones necesarias. Pero tambien para que el alfarero hiciera los pucheros, ollas y tinajas.

Cobra protagonismo un típico hogar aragonés, con su fuego y los “poyos” (o asientos) a cada lado. Un lugar donde los hombres y mujeres del campo hacían la vida, al abrigo de un fuego que daba luz y calor.

A su lado el dormitorio: una cama de hierro (con su colchón de lana y las sábanas de lino), un lavabo y la mesilla completan una sencilla alcoba.

También veremos los elementos necesarios para realizar la colada, tarea que las mujeres llevaban a cabo mediante un arduo proceso. 

La matacía del cerdo, la recolección de la miel (labor de gran tradición en la localidad) y el desaparecido cultivo del cáñamo tienen también su espacio en esta planta. 

Unos monitores permiten seleccionar diferentes videos, en los que vemos a los vecinos del pueblo realizar varios de estos oficios y tareas, usando las diferentes herramientas y objetos expuestos.